Estoy acongojada. Hace unos días escribí un post en este blog sobre trenes descarrilados o hacia ninguna parte por motivos muy diferentes. Hoy me toca escribir un epitafio al respecto. ¿Qué puedo decir que resulte de ayuda en estos momentos? Probablemente nada. 77 personas, 77 vidas segadas por la velocidad de un tren. ¿A dónde vamos tan deprisa? Son necesarios 77 testigos mudos para certificar la locura humana? ¿Es necesario provocar el dolor de las familias que tardará tantos años en cicatrizar? Espero que al menos este accidente nos sirva para reflexionar hacia dónde vamos en este tren de la vida imparable, desbocado y sin sentido. Pero no era necesario que esto ocurriera. Echemos pues, el freno de emergencia. Meditemos más allá de la angustia y la impotencia.
Para los que se han quedado huérfanos, sin hijos, sin hermano, sin primo, sin amigo les envío el calor de mi corazón, el de una peregrina a Santiago, que siendo profundamente atea recorre incansable sus caminos en busca de su ser, para ayudar a otros a encontrarlo o simplemente para compartir la experiencia de andar sin prisa, ajustándose todos los días a las fuerzas disponibles, parando para entretenerse con una deliciosa conversación en un pueblo, compartiendo con los compañeros de camino alegrías, risas, leves juramentos por las ampollas, por la lluvia o por el sol abrasador, hasta llegar cada día a la meta parcial del camino, ese albergue donde un gentil hospitalero te cuida las heridas, sana tus cuitas y te ofrece un lecho donde caer rendido para soñar con las estrellas que te guían hacia Santiago. Mi recuerdo para ellos con la imagen del Monte do Gozo, la atalaya desde la que cualquier peregrino divisa la silueta de las torres compostelanas de cerca, por primera vez y se enfunde las alas para volar gozoso hasta la Plaza del Obradoiro. Va por ellos mi sonrisa, mi abrazo y mi hombro sobre el que llorar.
Os pido, además lectores de esta bitácora, que firméis esta petición que llegue como un gran soplo de energía a las almas de los que quedan, hoy, que hubiera sido día de fiesta mayor en Compostela.
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